Queridos lectores,
Quiero informarles que futuros entra hoy en una pausa indefinida. Si estás recibiendo este correo, entonces recibirás (aún) menos correos electrónicos como este desde hoy.
Nunca me ha resultado fácil mantener futuros, a tres años de su primera edición, en una cadencia regular. Durante los últimos meses de 2022, y más intensamente arrancando 2023, siempre algo se interpuso en el camino: mi salud mental, el desempleo, un feriado, o la vida misma.
En este momento estoy a la deriva después de un año muy difícil en lo profesional, y decidí optar por enfocarme en mi desarrollo personal y asegurar mi supervivencia como migrante por sobre el mantener futuros en cadencia como hasta ahora, y más aún bajo la presión de cuajar un modelo de negocio — por el cual agradezco enormemente el apoyo de los suscriptores que manifestaron su interés.
Siento que lo más responsable para con ustedes, lectores, es cerrar las puertas de este espacio indefinidamente hasta que tenga la claridad suficiente sobre qué viene en mi propio futuro.
Futuros es y sigue siendo una gran idea: más que nunca, Latinoamérica tiene un rol clave en la intersección de cómo la tecnología cambia nuestro mundo, y hay historias que merecen ser contadas. Espero poder volver a hacerlo cuando las circunstancias así lo permitan.
Nos podremos encontrar, en el intertanto, en la comunidad del sitio en Telegram, que seguirá abierta; si quieres contar conmigo profesionalmente, te espero en LinkedIn.
Hasta entonces, y muchas gracias por leer futuros desde 2020.JI Stark